Después de tanto ajetreo, tantas celebraciones y comilonas, tantas luces y ruído, tantas idas y venidas, nuestro cuerpo lo que nos pide, al menos a mi, es momento de calma y reposo. Es momento de recogernos y de sentirnos abrigados al calor del hogar con una tacita caliente en nuestras manos o sentados en nuestro sillón favorito con unas agujas haciendo punto o leyéndonos ese libro que nunca puedes leer.
Y todo esto no es casualidad, es un reflejo de lo que somos, seres del mundo y la naturaleza y como tales seguimos los ciclos que ella nos marca y nos dice con mayúsculas que «HA LLEGADO EL INVIERNO».
Duermen las plantas, se recogen los animales, baja la luz del día y lucen más intensas las estrellas en la noche. Medio mundo queda cubierto por un manto blanco y el frío lo cubre todo, pero aunque por fuera todo parece estar quieto y en silencio, la Tierra, bajo ese manto de nieve blanca sigue su actividad, lenta y calmada. La vida bajo la Tierra continúa preparándose para su nuevo resurgir cuando llegue la próxima estación. Eso mismo necesito yo en este momento, parar el ritmo frenético del exterior, lograr quietud y calma para poder saborear mejor mi interior. (más…)