¡Mayo Florido!
¡Quién no ha oído hablar del mes de las flores! Pero quizás ya no conozcan tanto los Niños de las Raíces, esos pequeños seres que habitan el interior de la Tierra, que aunque no los veamos trabajan con diligencia y se preparan para salir a la luz del sol cuando llegue su momento.
Este es el caso de las semillas de muchas plantas que en otoño, antes de llegar el frío invierno se acurrucan calentitas bajo tierra, al abrigo de las hojas, para dormir a gustito en invierno y cuando afuera, el Padre Sol empiece a asomar sus rayos y vaya calentando el lugar, saldrán con fuerza, con ganas y con alegría para celebrarlo.
Esta es la llegada de la primavera, momento en que el hada va a llegar y los niños de las raíces o niños raíz como gustan llamar algunos, son despertados por la Madre Tierra. Momento en que se irán desperezando, peinando y arreglando, cosiendo sus mejores galas para salir al exterior con su traje de domingo, bueno mejor dicho con su traje de primavera para ir a visitar al hada y ver la luz vestidos de Niños Flor.
Claro que no serán estos los únicos porque otros niños raíces, muy hacendosos también, pronto empezarán a lavar, pintar y peinar a todos los bichitos que junto a las demás flores y plantas irán saliendo en el desfile, uno a uno para participar de esta gran fiesta y explosión que es la primavera.
Este bonito cuento ha sido escrito y muy bien plasmado por Sibylle Von Olfers en «Los niños de las raíces» donde se muestra la vida bajo Tierra a lo largo de todas las estaciones del año. Libro que a ningún niño le debería faltar. ¡Cómo no he tenido yo este libro antes! Lo puedes encontrar aquí.
Y este domingo de Mayo, ¡oh, no podía ser de otro modo!, saldrán de paseo todas las lindas flores que ayer hicieron mis amigas en la cabaña. Preciosas flores de colores, rojas, naranjas, verdes y amarillas listas para salir de paseo con sus narcisos y margaritas o las flores que a cada uno le ha apetecido llevar. Se vistieron de su color favorito y esto fue lo que hicieron mis chicas.
¿No son maravillosas?
Son tan dulces y alegres que no me resistí a hacerme una foto abrazando a todos antes de que marchasen de allí. Los niños de las raíces son como los ciclos de la vida, donde la Madre los cuida, enseña y ayuda hasta que llegado el momento de su partida los tiene que dejar ir con alegría, alegría que comparte ella también pero siempre con un poso de pena cuando los tiene que dejar marchar. Aquí los espero de vuelta a todos ¡Hasta pronto!
Aquí os dejo algunos de los bonitos y divertidos momentos que pasamos donde no nos faltó de nada y donde las tijeras en danza fueron las estrellas por un momento.
¡Mmm! Qué rica la tortilla de espinacas que nos trajo Carmencita y el humus de remolacha y empanada que nos comimos para darnos algún que otro capricho.
Qué bien lo pasamos…qué bonicas nuestras creaciones y precioso cuento.