¿Sabes cuántos contactos tienes en tu agenda?
Madre mía, me he puesto a revisar la agenda telefónica, no la de toda la vida escrita a boli y papel, sino la que ahora todos acostumbramos a llevar en el móvil. Cuál ha sido mi sorpresa cuando me dijeron: «Ani ¿sabes que tienes casi 1000 contactos en tu agenda?». Dios mío, me llevé las manos a la cabeza. No daba crédito. Ni que fuese el presidente del gobierno cuando en realidad mis contactos reales son muy pocos.
Este desaguisado lo tenía que limpiar. Dicho y hecho, me puse manos a la obra a mirar uno por uno y ver qué significado tenía que siguiesen allí.
La verdad es que me he encontrado de todo. Teléfonos que tenía duplicados sin saberlo, compañeros de cursos que había hecho de los que la vida no nos volvió a unir, profesionales que a lo largo de la vida han pasado por casa para hacer algún arreglo o reparación, profesores y amigos de mi hijo desde que iba al jardín de infancia (sobra decir que ya está en la universidad)… Y así podría seguir y seguir.
Y todo esto me ha hecho reflexionar. En esta lista de contactos estaban los nombres que añadí a mi primer móvil, de esto ya hace veinte años, y aparecían los típicos, tu madre, tu padre, tus hermanas, tus amigos… nombres claros y cortos porque no te cabía mucho más e incluso los acortabas al escribir. Como el número de contactos era limitado era necesario simplificar sí o sí.
Después de tanto tiempo nuestras Teléfonos te permiten añadir a cada contacto hasta su color de pelo. Los nombres que antes eran breves como Mamá, Papá, Chiqui o Llermi, ahora tienen nombres y apellidos como si no los supiese, con sus teléfonos fijos, móviles, de casa, del trabajo, sus direcciones, sus correos, la web…así podría seguir hasta el infinito.
Ahora parece que ya con las agendas digitales no tengo límites y como los nombres se repiten te ves en la obligación de poner aclaraciones que te hagan recordar quién es esa María o ese Jose. Antes eran únicos pero ahora, en este pozo sin fondo, tenemos que poner mil aclaraciones o no sabremos ni quién es. Como además con los grupos de WhatsApp los contactos crecen y crecen, las aclaraciones te ocupan dos filas. Personas que puede que ni físicamente conozcas. Y lo peor de todo, es que cuando vas a buscar a alguien ya ni te acuerdas lo que pusiste y a bucear toca otra vez si lo quieres encontrar o en el mejor de los casos, si desistes te tocará hacer lo de toda la vida, hablar con tu amiga, tu hermana o tu prima y preguntarle ¿Tienes tal o cual teléfono? Y con un poco de suerte hasta podréis charlar un rato y tomaros juntas un café.
Lo que en un principio pueda parecer algo muy provechoso y positivo como tener una agenda donde guardar todo bien ordenado y sincronicado con el ordenadores, el móvil o la tablet se puede tornar en una tarea añadida difícil de gestionar si no somos conscientes del valor real de toda esa información que estamos almacenando.
¿Cómo he pasado de 1000 contactos a 200?
1.- De entrada proponiéndome un límite de contactos que me parezca razonable llevar en mi agenda. ¿Cúantos son? Siguiendo tu sentido común solo tú sabes cuántos quieres tener.
2.- He eliminado esos contactos con los que coincidí en algúna etapa de mi vida, pero qua ya no seguimos vidas paralelas.
3.- Personas que no son contactos directamente míos sino amigos o familiares de alguno de mis contactos…los he quitado también. Con preguntarselo a ellos cuando lo necesite será suficiente.
4.- Personas que en algún momento hicieron en casa algún arreglo o reparación, algún técnico, carpintero, fontanero, pero que pasó a la historia…fuera también.
5.- Teléfonos oficiales, de alguna empresa o lugar que cuando lo necesite, lo puedo encontrar fácilmente en internet o incluso lugares que ya no frecuento…¡Adios!
6.- Si después de todo esto no he llegado al número que me he propuesto, vuelvo a hacer otra criba para seguir reduciendo mi agenda. Tantas como necesite.
7.- Y por último, Cuando llegue al límite que me he marcado tener, si tengo que incluir alguno sacaré primero otro de los que no use. Seguramente ni lo note.
«Ya sabes, si nunca te habías parado a pensarlo, ahora en estas fechas es buen momento para revisarla y empezar el año con tu agenda limpita, bueno por lo menos la de teléfonos, la otra es otro cantar que en otro momento podremos contar»
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