Hoy ha sido un día muy especial, he podido hacer realidad uno de mis sueños, abrir por fin las puertas de la Cabaña de las Hadas para respirar y sentir el lugar.
Los días previos han sido agotadores, los preparativos han sido muchos y el evento lleno de energía, ilusiones y sensaciones que se podían percibir en cada una de las personas que nos han acompañado.
Y ésto es lo que hicimos
¿Pudiste venir? ¿Quieres saber lo que hicimos? Si es así te lo cuento con detalle para que tú también lo puedes disfrutar.
La gente fue llegando despacito. Los niños fueron los primeros en cruzar el puente que les habíamos preparado con maderas para atravesar el río en busca de tesoros escondidos. Fueron encontrando piñas, piedras y maderas y trasladándolas al otro lado del río para clasificarlas en sus correspondientes cestos.
Los más mayorcitos se iban sentando alrededor de la mesa que les habíamos preparado en el porche para hacer las tan deseadas «Nubes de Colores». Algunos pequeñitos no se resistieron y fueron a hacerlas también acompañados por Ainhoa. Otros optaron por irse a la zona de arena y materiales naturales no estructurados a hacer mandalas con las piedras en compañía de Sabrina. Cada uno fue encontrando su lugar y entonces los adultos aunque más tarde de lo previsto decidimos entrar en la cabaña y empezar.
En contra de todo pronóstico lo hicimos cantando en grupo, un canon a dos voces. Fue algo muy bonito que a todos nos gustó y nos situó en el momento. Algunos niños que lo escucharon también lo cantaban después. Aquí os dejo la canción:
Yimba, Yimba, Yimba papaniuska,
Yimba, Yimba, Yimba papanais,
(Repetimos)
La lará lará lará, Yimba papaniuska
La lará lará lará, Yimba papanais
Durante un buen rato compartimos los sueños, pudimos ver y tocar las hadas, la mesa de estación, los muñecos Waldorf, las diferentes creaciones de fieltro e hilado artístico pero lo que nos absorbió como algo realmente mágico y poderoso fue tocar la lana y ver cómo puede ir cambiando hasta llegar al hilo. Escarmenamos, cardamos, hilamos con huso, pero ¡oh, Dios!…
…Estábamos tan a gusto que cuando nos dimos cuenta, los niños más pequeños ya empezaban a demandarnos y no habíamos empezado a hacer las setitas de fieltro con aguja que había preparado para todos. Nos hubiese gustado haberlas podido hacer, pero todos éramos conscientes de que los niños nos esperaban y ya era el momento de estar todos juntos fuera y hacer la demostración.
Salimos al exterior e hicieron todos un corro alrededor de la rueca que las manos artesanas doacibreiro me habían preparado para este momento. Al cabo de un rato, después de empezar a hilar, la algarabía y el alboroto se tornó en silencio sobre el que se podía escuchar el girar de la rueca al ritmo marcado por los pies. Otro bonito momento fue cuando después de estar hilando grueso, para que lo pudiesen apreciar bien, empecé a hilar fino, más fino, cada vez más fino aún, rayando el hilo del precipicio a riesgo de poder romperse cuando los niños, que quizás se dieron cuenta, empezaron a sentirse atraídos x ese hilo y pareciera que necesitasen tocarlo como para ponerlo a prueba y ver sus cualidades. Todos los niños se empezaron a acercar y mientras yo hilaba ellos y todas sus manitas con sumo cuidado tocaban el hilo con sus deditos. Ese fue un momento mágico para mi, esa es la imagen de este encuentro.
Y después de ésto, pudimos ver cómo el ChefJM y sus ayudantes ya empezaban a sacar viandas deliciosas para saciar nuestro apetito. Cazuelitas con setas, chupitos de calabaza, croquetas de boletus y cecina, membrillo, frutos secos, verduras del mimado huerto de JL y un delicioso arroz con perdiz fueron los protagonistas de este cóctel otoñal que nos preparó con tanto esmero. Las croquetitas que vi preparar de dos en dos, encantaron también y volaron en un santiamén.
Era el momento social en el que la gente pudiera conocerse mejor y crear nuevas amistades. Había preparado un juego en el que cada uno, previamente, había elegido un árbol, planta o flor con la que se sintiese identificado. Tendrían que elegir ahora uno de los elegidos por los demás y buscar a su dueño haciéndose preguntas unos a otros hasta encontrarle y regalárselo. El Abedul encontró al Limonero, el Haya conoció al Madroño, el Castaño reconoció al Olivo, el Limonero a las Margaritas. Hubo en este juego coincidencias muy curiosas también en el que pudieron conocerse unos y otros.
Mientras tanto Paula, una niña muy especial, atrajo con su don a todos los niños que quedaban, contándoles un cuento para terminar.
La fiesta ya iba acabando y la gente se empezaba a retirar, las mesas se iban quedando vacías y la cocina llena de cacharros por limpiar, los patios llenos de arena, piedras, maderas, palos, corchos y piñas, las mesas del taller llenas de lanas y yo con la sensación de haber podido empezar a hacer realidad uno de mis sueños, darle vida a la Cabaña de las Hadas y darle cuerpo a los Encuentros Natura como me gusta llamar, haber plantado la semilla de un grupo de hilanderas, «Hilanderas de Sueños» y alguna semilla más que quien sabe si sus frutos algún día dará.
«Gracias a todos los que vinisteis y gracias al ChefJM, Ainhoa, Sabrina, Ignacia y a todos los que ayudasteis a hacer posible que este encuentro fuese un día tan especial»
La gente fue llegando despacito. Los niños fueron los primeros en cruzar el puente que les habíamos preparado con maderas para atravesar el río en busca de tesoros escondidos. Fueron encontrando piñas, piedras y maderas y trasladándolas al otro lado del río para clasificarlas en sus correspondientes cestos.
Buff!!se me ha puesto los pelos de punta…me ha emocionado.
Sabes que me hubiera encantado ir…
Que hermoso ,Ani.!!
Enhorabuena
Muack!!
Claro que sí, Esther, muchas gracias. Inauguraciones sólo hay una pero encuentros en otros momentos habrá muchos. Allí te esperaremos.
Es precioso el proyecto y el resultado, enhorabuena por la iniciativa
Me alegro mucho de que os guste. El impulso inicial lo he dado yo pero el camino lo haremos entre todos los que queramos compartir los sueños y hacerlos realidad.
Todos los días suponen un renacimiento, cuando se está vivo. Pero algunos, el renacimiento te eleva más allá de las nubes. Gracias por ofrecérnoslo. Que sea el primero de muchos.
Ha sido un pequeño pasito, pero muchos pequeños pasos hacen caminos muy largos. El tiempo nos lo dirá también. Muchas gracias JL.
Hola.
Soy amiga de Maria Zafra,me ha pasado el enlace .
Me encanta el proyecto.
Enhorabuena.
Me pondré en contacto contigo a través de Maria.
Saludos Hilandera de Sueños.
Hola Tere! Tenemos una gran amiga en común. Me alegra que te resuene el proyecto. Estaré encantada de que podamos coincidir y conocernos y mientras tanto seguimos hilando sueños.
Fue estupendo poder compartir ese momento tan «único y especial». Ni yo ni Abril creo q lo podamos olvidar porque la cabaña de las hadas es mágica, y trasmite algo increíble …. sueños. Gracias por compartir tu magia con nosotros
Guau, qué bonito!! Estoy intentando cambiar el avatar de la web y me encuentro con estas palabras tan bonitas. Plas, plas, plas (palmaditas de felicidad). ¡Cuánto me alegro que os llegue tan alto y claro como yo lo siento! Muchas Gracias Yoly.
Ya sabes que siempre me encantan tus proyectos, pero este en particular, Enamora!. Tu preciosa «casita de sueños» no es sólo tuya; hace que te relajes y te traslada a otra época con sólo pasar el umbral de la puerta. No dejes de «hilar» nunca. Te quiero.
Estas palabras sólo podían venir de alguien con quien he jugado desde que nací y con quien siempre estuve hilando sueños. Yo nunca he dejaré de soñar y tú tampoco. Como siempre y ya lo sabes, en esta cabaña siempre habrá un huequito para ti. Muaaack
Enhorabuena Ani, precioso y con este relato, me has emocionado, me encanta….besos
Ains Ana, qué sorpresa verte por aquí. He traído un trocito de Cabanas a esta otra cabaña para que hilemos sueños juntas. Ya tenemos un sitio donde podemos coincidir todas. En Hilanderas por el Mundo hay reservado un huequito para tí.
Enhorabuena por la idea y fomentar el hilado para que nunca se pierda es tradición.
Muchas gracias Rober! Me alegra que compartamos este sueños de rescatar la cultura y las tradiciones gracias a que tú y a los valientes como tú cuidáis cada día con sumo cuidado las alpacas y las fibras que después nosotras podemos saborear entre nuestros dedos.
Hola Ana,
En estos tiempos, encontrar personas que apuesten por las tradiciones y por la cultura es una maravilla. Desde LoraLora te deseamos mucha suerte y que se cumplan todos tus sueños,
Un abrazo
Emma
Desde ya y con todos vosotros se están empezando a cumplir. En efecto no somos muchos pero haberlos haylos y la pasión que ponemos en ello mueve montañas. La semilla ya está plantada, ahora sólo falta cuidarla y esperar a que empiece a florecer. Muchas gracias Emma.